jueves, 12 de marzo de 2009

La muela del juicio

Hoy, mientras comía, me he dado cuenta de una cosa horrible: ¡Me está saliendo la primera muela del juicio!

¿Por qué? ¿Por qué a mí? ¡Si ni siquiera quiero tener juicio!

Pero el hijoputa está allí, sacando la puntita, acechando y cachondeándose de mí:
Muahahaha! Lamentarás mucho no haber hecho caso a tu dentista cuando tocaba!
Porque hace tiempo, después de haber estado 2 años llevando ortodoncia, me dijeron que tenía la mandíbula muy pequeña y que las muelas del juicio no tendrían suficiente espacio para salir, que me las tendría que sacar antes de que fuera demasiado tarde, porque sino toda la dentadura se me desplazaría y, por tanto, no habría servido de nada haber llevado aparatos.

¿Pero como coño me querían sacar las muelas si ni siquiera me habían salido, todavía? Entonces me dijeron que se trataba de una pequeña cirugía, sólo tenían que hacer una "ventanilla" en la encía (y cuando dicen "ventanilla" no están haciendo ninguna metáfora) para sacarme las muelas antes de que estuvieran formadas del todo y arraigadas.

¡Lo que me querían hacer no era ninguna cirugía! ¡Era la matanza del cerdo! (en este caso, "cerdo" sí es una metáfora). ¡Querían agujerearme la encía y arrancarme los 4 muelas de quajo! Así que les dije que fueran a casa de la suegra a destrozarle la boca de momento, continuaría llevando las retenciones por las noches. El caso es que ahora empiezo a estar un poco acojonada... ¿Y si es verdad que se me empiezan a mover todos los dientes y acabo como Ronaldinho? ¿Y si finalmente me tienen que acabar sacando el muela?

Y es que no hay nada más terrorífico que la siguiente frase:
A ver, abre la boquita...
Y tú, la abres todo lo que puedes... Pero al dentista no le basta, e insiste:
Un poquito más... un poquito más... ¡si no la abres, no puedo ver bien!
Que entonces tienes ganas de decirle:
¿Cómo quieres que abra tanto la boca? ¿No recuerdas que tengo la mandíbula pequeña?
Pero no puedes... Porque, si ya es bastante incómodo estar tumbado en esa silla casi boca abajo mientras te enfocan la cara con una luz (que no sabes si te harán un empaste o te abducirán), el dentista usa tu boca portautensilios para dejar todos los aparatos: primero el gancho, luego el espejito, ahora el espirador, el taladro, la lijadora... y eso sin contar los 7 u 8 dedos que también tienes metidos ahí dentro (los suyos y los del ayudante).

Y es que, antes de empezar, te dicen:
Si te hago daño o quieres que pare, levanta la mano ...
Pero todos sabemos que esto sólo lo dicen para quedar bien y para que te tranquilices. Una vez empiezan con la masacre, ya no paran. Un día que me estaban haciendo un empaste, tanto hurgar, tanto hurgar, había momentos en los que realmente me dolía. Pues ya podía levantar el dedo, la mano o hacer muecas de dolor, que el tío no paraba. Incluso me pareció verle ese brillo especial en los ojos.

Pero la cosa no acaba aquí, noooo... Mientras tu estas sufriendo como nunca, con la boca desencajada, las manos agarradas en los reposabrazos y sudando como un cerdo, al muy sádico no se le ocurre otra cosa que ponerse a hablar de sus vacaciones:
Mira, un par o tres de empastes más y ya tendré lo suficiente para irme a Mallorca 15 días. Lástima que el señor Martínez, al que le tenemos que colocar las fundas no tenga visita hasta el mes que viene, sino me quedaba 15 días más.
Total! Que dentro de poco me tocará ir de visita al dentista para hacerme la revisión de las retenciones, y cada vez que tengo que ir, me acojono porque pienso que me encontrarán algo: una caries, un elefante con paperas... Pero ya hace años que voy y nunca me encuentran nada, y no lo sé, lo encuentro un poco extraño ... ¡Pero si me cepillo los dientes fatal!

Yo para mí que están esperando a que se me haga una caries tan grande que no haya más remedio que arrancar, así podrán divertirse practicando su hobby preferido, y de paso, embolsarse unos cuantos eurillos.

1 comentario:

  1. jajajaja que bueno!
    No soy de los que tienen miedo a los dentistas, si mucha pereza de estar con la boca abierta 3 horas. Pero corroboro lo de levantar la mano cuando te cansas o cuando duele, no hacen ni **** caso.
    Una vez, llegué a la visita con un catarro de esos que hacen historia y avisé de que levantaría la mano en caso de "tos" o "estornudo" ... ni caso. Yo iba con todos esos aparatos que nombras ahí metidos en la boca y por poco me los trago ... eso si! ataque de tos en la cara de la Doctora :D

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