Uhhhh... ¿Ya ha pasado más de un año desde mi última entrada al blog? Redios, el tiempo pasa volando!
En fin, no voy a decir que he vuelto, como las últimas 5 veces, porque seguramente escribiré esta entrada, la cual será tan larga que acabaré del blog hasta los ovarios y entonces no me volveréis a ver el pelo hasta que algún día muy lejano me aburra, me acuerde de que tengo un blog y me dé por escribir paranoias varias. Y así en un bucle infinito.
Así que, no diré que esto es un "he vuelto", sino más bien un cameo. Como algunos directores de cine, que hacen cameos en sus propias películas, ¿sabéis? Véase Tarantino, Peter Jackson o M. Night Shayamalan... Y antes de que digáis nada, sí, creo que M. Night Shayamalan es uno de los mejores directores que hay, aunque los críticos de cine se empeñen en decir lo contrario. #HombreYa
Paradme, paradme ya!!! Que me voy yendo por las ramas y al final será demasiado tarde!
En fin, que llevo un año de retraso (en actualizar el blog, no de retraso mental, que os conozco ¬¬), así que será mejor que haga un resumen de lo más destacado (pero un resumen de verdad, no un resumen de esos quijotescos míos, que ya sabemos todos como acaba la cosa).
Como ya dije en este post, estuve 6 meses trabajando como Administrativa en el Ayuntamiento. Pues bien, después de esto, no he conseguido ningún trabajo más. De haberlos haylos, pero es que en muchos de ellos te piden mínimo 3 años de experiencia, inglés, alemán, élfico, carrera de magia en Hogwarts, manejo de monopatín aéreo y conocimientos informáticos nivel Tony Stark.
Parada tampoco puedo estar, porque se me caen las paredes encima. Hace tiempo, cuando me pasaba esto, cogía el tren y me dirigía a la civilización, al centro de Barcelona, a mirar tiendas, para distraerme y pasar el día. Pero es que cada vez lo soporto menos.
Para empezar en el tren. Pueden pasar 2 cosas:
1. Que te lo encuentres lleno de guiris rojos como gambas provenientes de Lloret que se van a Barcelona a ponerse hasta el culo de tapas, "paela" y sangría, y a hacerle 298537 fotos a la Sagrada Família, por lo que, para caber ahí dentro tienes que soltar todo el aire hasta quedarte envasado al vacío.
2. Que esté vacío, escojas tu asiento favorito al lado de la puerta y del baño, pero al rato aparezca el típico pesao que se sienta justo a tu lado. Recuerdo que el vagón y, probablemente el tren entero, vayan vacíos, así que hay unos 200 asientos libres. Pero no. Ese tío, que lleva una semana sin ducharse y que antes de subir al tren se ha trincado un par de carajillos en el bar de la estación, con el consecuente aliento whiskyl, decide sentarse a tu lado.
Nota: un día haré un recopilatorio de los diferentes tipos de entes que te puedes encontrar en el tren, seguro que vosotros también os habréis encontrado con ellos alguna vez.
Pero si tener que aguantar a según qué tipo de gentuza encerrado en un vagón de tren bajo tierra es difícil, andar por la superfície es aún peor, porque te puedes encontrar tanto a los del punto 1 como a los del punto 2...
Por no hablar de los llamados Solidarios Cojoneros. Esos que, cuál halcón, divisan a su presa desde unos 200 metros, y mientras tú intentas huir de ellos, esquivándolos entre los transeúntes, ellos te siguen con la mirada y se van acercando cada vez más a ti, hasta que finalmente te cazan. Son reconocibles porque llevan unos chalecos fosforitos y sujetan una carpetita en la mano.
La empalagosidad y la simpatía exagerada son sus técnicas de ataque para que caigas en sus redes. Su anzuelo, ese educado: "perdona, ¿tienes un momento?". Pues sí, tengo muchos momentos, por eso estoy paseando por el centro de Barcelona un día de cada día y con una bolsa de la FNAC en la mano. Cosa que no puedes decir porque sino ya te tienen enganchao. Lo mejor es hacer como los erizos o las mofetas, que tienen unas impresionantes técnicas de defensa. Como los erizos, porque les sueltas una púa que se quedan petrificados, sin saber qué hacer, ya que no has sucumbido a sus maravillosos encantos de comercial vendehúmos. Y como las mofetas porque... bueno, en fin, vamos a dejarlo.
Y como éstos, un montón de gente más que no hace más que tocarte los huevos mientras tú paseas tan tranquilo por la calle. Están los lentos (pero lentos, lentos), los que se chocan contigo porque andaban empanaos mirando La Pedrera, los que se paran en el último escalón de las escaleras mecánicas (¿no se dan cuenta de que pueden crear un efecto dominó y la pueden liar parda?), los seguratas de las tiendas que te miran raro porque entras, echas un vistazo rápido de 10 segundos, y te vas (aunque los entiendo, no conozco a ninguna chica que no se pase menos de 30 minutos en una tienda de ropa mirándolo y tocándolo ABSOLUTAMENTE todo. Yo también sospecharía de una chica que no hiciera eso).
Y así, un sinfín más de gente, que si continúo, no paro. Por eso, ahora no voy al centro si no es por necesidad, así que no suele ser más de dos veces al mes.
Cuando puedo voy haciendo cursillos de lo que encuentro para ir reciclándome: de diseño gráfico, de programación, administración, contabilidad... ¡Lo que sea menos estar parada!
¿Y os pensáis que me aburro? ¡Nooooooo! De hecho, he tenido un verano bastante movidito, pues en julio di el gran paso: pasé de vivir bajo el techo de mis padres a tener mi propio techo. Pasé de tener la comida preparada cada día a tenerla que hacer yo.
Vamos, que he pasado al #ModoMarujaON y durante estos 3 meses he aprendido unas cuantas cosas útiles:
• Ahora ya sé cocinar otras cosas que no sean raviolis con tomate y tortillas a la francesa, y lo mejor es que me gusta!
• También sé poner una lavadora, y que tender y plegar la ropa es un coñazo.
• Sé que ir al Mercadona a las 12 del mediodía de un sábado es un suicidio.
• Ir al IKEA es muy chuli y lo comprarías prácticamente todo, pero esa sonrisa se te quita cuando pasas por caja, aunque vuelve al comerte el frankfurt de 1€ con cebolla frita, ketchup y un vaso de ese líquido gaseoso de color y sabor indefinidos.
• Si compras pollo, se tiene que comer antes de que caduque, o tu nevera se va a convertir en un hervidero de gremlins.
• Comer espinacas y cosas verdes y/o que salen de la tierra no mola.
Pero vamos, lo mejor de haberme independizado es haberlo hecho con ÉL, con esa personita tan especial que hace que quiera compartir mucho más que un techo. #ModoEmpalagosoOFF
De hecho, hay otra cosa que compartimos juntos y que os explico en breve ;-)